LAS GRANDES HISTORIAS NUNCA TERMINAN


UN MORDISCO AL UNIVERSO 

“No duermas para descansar, duerme para soñar. Porque los sueños están para cumplirse” 

-Walt Disney-

Erase una vez , en un pueblo muy lejano, mas allá de la casa de caperucita roja, mas allá de ese bosque embrujado donde aquella bruja le dio la manzana a blancanieves y en lo profundo de los sueños de la princesa aurora, una muy bella y noble duquesa a la cual le gustaba mucho ayudar a los demás; bailaba, jugaba, escribía y contaba historias como ninguna otra; a la gente del pueblo le encantaba su energía, la admiraban y veían en ella cierto potencial para encarar la vida; ella era joven por cierto muy joven, cursaba el ultimo año del instituto y la atemorizaba mucho exponerse al mundo real; todas las mañanas y para llegar a uno de sus lugares favoritos la recogía un carruaje gigante, tan reluciente como el oro y tan rosado como las flores de su jardín, admiraba a ese joven y apuesto  cochero tan galante y respetado como alguien se pueda imaginar, la hacia reír y la llevaba siempre sana y salva. tenia unas amigas bastante peculiares de esas que visten alocado e infringen las reglas y siempre la hacían muy feliz, le recordaban lo valiente que era y lo poderosa que podría llegar a ser. La duquesa vivía con su madre y eran muy felices, visitaban el jardín, regaban las plantas y hacían una deliciosa tarta de Calabaza que para las fiestas siempre era repartida, antes de olvidarlo y siempre tan despistada, esta hermosa mariposa tendría una gran fiesta y estaba preparando un banquete para todo el pueblo muy exquisito, muy dulce y divertido, pues celebraría un escalón mas para su vida en recompensa de tantos sacrificios, no era una chica cualquiera, era fuerte y bondadosa, cada día se ponía una meta y era el poder de aprender, esta duquesa no es como las otras, puede llegar a ser tan refinada como el café Juan Valdez pero si se trata de diversión sera la primera en imaginar y crear un parque tan pero tan festivo que todos los niños quisieran volver.

Hace un tiempo atrás esta chica encantadora visito la casa donde vivían los osos de risitos de oro, le regalaron un vestido azul hermoso y sabría para que lo usaría, al llegar a casa su madre siempre la esperaba con una taza de café y unos bombones tan blancos como la nieve era su comida favorita y eso la hacia muy feliz, aun no les digo su nombre, pero si llegas al final de esta historia lo conocerás; pronto tendría que y para inicio del curso presentar ese vestido que distinguía a cada una de sus compañeras en representación de las demás pues eran las próximas egresadas y debían cambiar y ser constructoras de un mejor porvenir. Tenían un director bastante extraño, con una cabellera larga muy larga que todas las chicas, el siendo hombre lo anhelaban; era negro muy liso con unas pequeñas lucesitas brillantes que lo hacían ser mas que increíble, era muy estricto pero si me preguntan, a veces se sonrojaba cuando nos salíamos con la nuestra, uno que otro detalle no mas, sin mentirles le obsequiamos un hermoso chitón con una capa larga y de seda, y quedo sin palabras, fue muy feliz igual que cada una de las presentes. Llego el día de la muestra, estaban muy ansiosas y para ese momento tenían un vals preparado para todas las niñas de su instituto y la entrada fue tan despampanante con solo decirles que tenían a su disposición el carruaje de la princesa era el mas soñado tan brillante, lujoso, y colorido que cualquiera moriría por entrar en el, una de sus mejores experiencias, pero como todo no es color de rosa sino hasta el final, iban a morir ahogadas de lo pequeño que era, pero adivinen que: salieron como si nada hubiese ocurrido, unas cuarenta y tres chicas en una carrosa para máximo veinte personas, era una cosa de locos, fue una experiencia fenomenal. 

Meses después y cuando el ultimo atardecer se poso, un día antes del gran festín los nervios se alocaban, las risas explotaban y las ganas por terminar este ciclo se apoderaban de mi, y si les cuento mi nombre sera entonces Sofía una chica bastante diferente a las otras, tan entusiasta, empoderada, amada y soñadora que se encargara siempre de ser tan feliz como sea posible, no seré la portada de la revista CROMOS ni por supuesto la Reina Isabel II pero si de algo puedo dar testimonio, es de mis ganas siempre por salir adelante con un brillo singular y esa energía que me caracteriza; hemos llegado, ocho treinta de la noche henos aquí en la puerta de aquel palacio con ventanas de cristal y copas tan brillantes e impecables que festejaban nuestra salida, nuestra posición, nuestra cara al mundo frente a lo que haríamos y diríamos, las puertas que se abren y nos promueven a ser ciudadanos completos, de sueños, de experiencias de crecimiento constante; no solo se trata de festejar sino de lograr aprender, de ponerme ese vestido de gala y poder sonreír con orgullo y decir con ese cartón en mis manos que lo he logrado, y no en efecto sola, sino acompañada de esas personas que no descansaban hasta no verme feliz, hasta no verme visionera, hasta no verme completa y poder decir con su rostro lo haz logrado por que así lo decidiste y no se necesita ser princesa para darnos cuenta que las oportunidades siempre están si decido aceptarlas. "No es el que mas tiene quien llega lejos, sino quien desde un pensamiento critico e intelectual logra armar la fichas de su rompecabezas para superarse y ser una mejor persona tanto individual como de manera colectiva". 
     

SOFÍA HINCAPIÉ RAMOS // 11-A  


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